Be Quiet! se introduce en el terreno de los periféricos con un par de teclados mecánicos. Empezando por el mejor, el Dark Mount, tiene un tamaño de 456 mm × 174 mm × 52 mm y un peso de 1.4 kg, incluyendo el teclado numérico desmontable. Es un teclado modular, en la línea de lo que ofrecía la alemana Mountain con el Everest Max, por lo que ese teclado numérico se puede quitar junto con el pequeño reposamuñecas para esa parte del teclado.
El numérico incluye además ocho teclas que son pequeñas teclas LCD y que se pueden configurar a través de un programa específico, IO Center. Hay un módulo con otra pantalla y controles adicionales que se pone a la izquierda o derecha del teclado, como el numérico, que también se puede poner a cualquier lado.

Los interruptores son mecánicos de Be Quiet!, prelubricados, con estabilizadores de Cherry, y compatibles con los MX de cinco pines. Las teclas están hechas de PBT de doble inyección. La parte superior del teclado tiene una plancha de aluminio, y la inferior es de plástico. Hay tres capas de amortiguación que eliminarán ciertas posibles componentes molestas de las pulsaciones, aunque con el ruido de aporrear el teclado poco hace. Hay iluminación RGB configurable por tecla y por el canto del teclado.
Su precio es de 260 euros.
El Light Mount es un teclado mecánico bastante más normal, con características básicas similares al Dark Mount. Es un teclado extendido no modular, con iluminación RGB por tecla, rueda de control en la parte superior izquierda encima de una columna de cinco teclas para macros.
Como el Dark Mount, se oferta con interruptores narajas (lineales) de Be Quiet, y negros (táctiles), de los que no ha indicado sus características. El cable USB tipo C es retirable en ambos teclados. Se venderán en la disposición ANSI e ISO, aunque la inscripción de idioma se centra en la francesa, alemana e inglesa. Menos da una piedra, porque al menos me valdrían.
Su precio es de 160 euros.