Los fallos de fábrica de las placas base suelen ser raros porque son un producto cuya producción es siempre igual. Poco ha cambiado la forma en la que se fabrican en la última década. Pero cuando intentan mejorar algún aspecto, siempre hay margen a errores, como el que le ha ocurrido a MSI con sus placas base de chipset Z790. O más bien «unas pocas» placas base según dice la compañía.

«Hemos descubierto que unas pocas unidades podrían tener un PCH potencialmente no funcional lo cual resulta en que no funcionen al usarlas por primera vez. Hemos aislado la causa del problema a un diseño de tornillos del disipador del chipset usado anteriormente y hemos tomado medidas proactivas para corregir el problema. Ha sido implementado en producción un diseño de tornillos revisado para el disipador, y los casos conocidos han sido solucionados».

La compañía solo ha tardado algunos meses en aceptar que el problema existía y en solucionarlo, por lo que ¿más vale tarde que nunca? Al menos la compañía ha confirmado que los afectados por este problema, en caso de producirse después de su compra y tras cierto uso, pueden pedir un reemplazo de la placa base. Los casos conocidos de PCH roto con la Z790 Tomahawk WiFi a hace al menos nueve meses.

Vía: Tom's Hardware.