AMD ha añadido nuevos procesadores para sistemas embebidos en forma de los Ryzen Embedded 8000. Son procesadores para proyectos especiales de larga duración en equipos generalmente de uso continuado, como por ejemplo maquinaria industrial, diagnóstico por imagen, videovigilancia, conducción autónoma, videomurales, etc. En este caso son procesadores especialmente potentes, y como usa el chip Phoenix, pues incluyen la unidad de procesamiento neuronal (NPU) que AMD destaca porque… por qué no.

De momento esa NPU sirve de poco, pero con su potencia de 39 TOPS y en cuanto se adapten más programas y los propios sistemas operativos, pues puede llegar a ser de mucha utilidad. Sobre todo porque descarga tareas de la CPU a una unidad ultraeficiente y potente, que es la gracia de las NPU, que por otro lado Apple lleva usando desde 2020 en sus procesadores serie M.

Sea como sea, los primeros Ryzen Embedded 8000 son cuatro: 8640U (6N, 4.3-5 GHz, 15-30 W), 8645HS (6N, 3.5-4.9 GHz, 35-54 W), 8840U (8N, 3.3-5.1 GHz, 15-30 W), y 8845HS (8N, 3.8-5.1 GHz, 35-54 W). Usan la misma memoria DDR5-5600, con posibilidad de usarla con código de control de errores, y disponen de veinte canales PCIe 4.0. Su iGPU puede mover hasta cuatro paneles 4K, y decodificar AV1, H.264 y H.265.