Sharkoon ha añadido un ligero cambio estético a su nueva semitorre Rebel C70 al incluir un frontal en el que destaca la madera noruega usada para darle un toque distinto. Uno que personalmente me parece que queda un poco cutre, pero bueno, para gustos están los colores. Por lo demás es un diseño bastante estándar, con un interior compartimentado, ventana lateral de cristal y frontal enrejillado.

Se puede instalar una placa base ATX, micro-ATX o mini-ITX, así como una tarjeta gráfica de hasta 400 mm de longitud —con un soporte regulable incluido—, un disipador de CPU de hasta 165 mm de altura, y una fuente de hasta 270 mm. Hay espacio para tres unidades de 2.5 pulgadas y tres de 3.5 pulgadas.

En el panel superior-frontal de conexiones hay dos USB 3.0, un USB 3.1 tipo C y una toma de audio de 3.5 mm de cuatro polos, así como botones de arranque y de control de iluminación RGB. La caja mide 495 mm × 230 mm × 479 mm (al. × an. × pr.) y pesa 9.3 kg.

Se pueden instalar tres ventiladores de 120/140 mm en el frontal, hasta cuatro de 120 mm en el lateral derecho, uno de 120 mm en la parte trasera, y dos de 140 mm o tres de 120 mm en la parte superior. Llega con cuatro ventiladores ARGB preinstalados.