Análisis: Corsair 2000D Airflow review

Corsair tiene un extenso catálogo de cajas de PC, y aunque se suele centrar más en las semitorres no se olvida de otros formatos que apelan a un público más concretos. Es su intención con la 2000D Airflow, una minitorre para placa base mini-ITX, que no es que sea muy pequeña, con un volumen de unos 25 L, pero está pensada para que se pueda meter incluso una tarjeta gráfica de tres ranuras PCIe de ancho. Estos modelos están pensados para incluir refrigeración líquida por el espacio limitado de su interior.

Videoanálisis

Desembalado

La minitorre 2000D Airflow de Corsair llega debidamente protegida por una bolsa y entre bandejas de fijación dentro de una caja de cartón. Hay una caja con extras debajo de ella, en la cual se incluyen una veintena de bridas y los tornillos para fijar almacenamiento, ventiladores y la placa base. Se incluye también un cable prolongador de alimentación, con un conector en ángulo. Además de una guía de garantía y seguridad, no hay nada más en el interior de la caja.

Este modelo mide 458 mm × 200 mm × 271 mm (al. × an. × pr.), con un volumen de 24.8 L. Hay paneles retirables en frontal, laterales y parte superior, teniendo en cuenta que solo se puede colocar esta caja sobre la mesa en una posición, hacia arriba. Solo admite una placa mini-ITX.

En la parte inferior del frontal se puede ver el botón de arranque, dos USB 3.0 y un USB 3.1 tipo C, todos del color amarillo de Corsair, y una toma de audio de 3.5 mm de cuatro polos, así como un botón de reinicio. En este caso, por cómo se monta la caja, los conectores de la placa base quedan en la parte inferior de la caja, inaccesibles salvo que se mueva, por lo que es recomendable no utilizar alegremente los USB frontales.

La tapa superior se quita fácilmente y se puede ver que ahí es donde quedará la fuente de alimentación, por lo que el cable prolongador es para llevar la alimentación hasta la parte trasera. Hay una serie de bridas con velcro en la parte superior y trasera para guiar este cable, lo cual es un buen detalle. En la parte trasera se puede ver también un filtro de aire de fijación magnética, que es para la entrada de aire de la tarjeta gráfica que se instale.

En la parte inferior de la caja hay cuatro patas así como una tapa retirable que da acceso al panel de conectores de la placa base. Los cables a ese panel, así como a la tarjeta gráfica instalada, se meten por un hueco en la parte trasera de la caja, por lo que quedarán en ángulo.

Corsair incide en que todos los paneles son rejillas y que permitirán un buen flujo de aire. Pero que debido a que son fáciles de desmontar, si se precisa de mejorar aún más el flujo de aire se pueden quitar rápidamente. Es algo que veo útil por ejemplo si se quiere instalar una tarjeta gráfica de 300-350 W que entre en esta caja, como por ejemplo la RX 6800 XT que he usado para este análisis. No es lo ideal, pero da juego para que las temperaturas se mantengan a niveles adecuados, con la ventaja del menor espacio que ocupa la caja.

Diseño interior

En este tipo de minitorres para equipos compactos el interior necesita estar especialmente despejado para que pueda haber un mínimo de movimiento de aire. Para ello resulta de utilidad los agarres para bridas, que son un elemento indispensable en este tipo de cajas para mantener los cables lo más pegados al metal que sea posible y que no interfieran en el flujo de aire. Hay multitud de estos enganches repartidos por todo el armazón.

El soporte de ventiladores del lateral derecho se puede retirar fácilmente para montar los ventiladores de una refrigeración líquida o unos ventiladores normales. Es preferible que en este caso se usen ventiladores de perfil bajo como los AF120 Slim que uso en el montaje del PC, que además vienen con tornillos largos para refrigeración líquida.

El interior de la caja tiene suficiente espacio como para que, con la gestión de cables adecuada, quede suficientemente despejado para que los ventiladores que se pongan en el frontal muevan adecuadamente el aire en su interior. Como he dicho antes, en el lateral derecho debería ir una refrigeración líquida, porque es lo idóneo para este tipo de cajas. Según Corsair, la máxima altura para un disipador de CPU sería de 90 mm, aunque como indicaré en el montaje hay cabida para que sea bastante más alto, si se tienen en cuenta algunas cosas.

Hay también espacio para una tarjeta gráfica de hasta 365 mm de longitud, pero de máximo tres ranuras de ancho. Y eso es literalmente tres ranuras, 60 mm. Aquellas que tengan más ancho serán cada vez más complicadas de meter. Puede entrar una de 62 mm, 65 mm. Recomiendo no intentarlo más allá de ese punto.

La caja en la que va atornillada la fuente de alimentación puede contener dos unidades de 2.5 pulgadas, aunque solo se proporciona una bandeja. La entrada de aire a la fuente de alimentación será desde el lateral izquierdo, y expulsa el aire caliente por la parte superior. Va asegurada en una caja que habrá que desmontar para instalar primeramente la fuente y luego volver a poner la caja en su sitio.

En general el interior lo veo con un diseño con buenas posibilidades a la hora de instalar combinaciones de procesador y tarjeta gráfica de alto rendimiento, aunque hay decisiones de diseño molestas como situar el panel de conexiones de la placa base en la parte inferior. Pero eso lo convierte en un diseño interesante para los que quieran una minitorre para alto rendimiento en juegos, que es al sector al que va orientada.

Montaje

Para realizar este montaje he optado por una placa base B760I de ASUS, con 32 GB de DDR5-6400 CL 32 de Kingston, la fuente SF850L de Corsair que analicé hace unos días, un Core i7-12700K y como quería saber si entraba, una Freezer i35 de ARCTIC. En la caja también he situado cuatro ventiladores AF120 Slim de Corsair, tres situados en el frontal y uno en el lateral derecho.

Hay que planificar de antemano el montaje de esta minitorre por la falta de espacio para maniobrar en su interior. Por ejemplo, el montaje del procesador, su refrigeración y la memoria se debería hacer con la placa base fuera del equipo. Para montar la fuente de alimentación hay que sacar su caja, montarla en ella, y conectarle los cables que se vayan a utilizar.

Antes de montar la fuente, recomiendo poner la placa base y los cables que van a ella desde el frontal (USB, audio, y los del botón de arranque, reinicio y luz de alimentación), haciendo un intento por guiarlos adecuadamente usando bridas para mantenerlos fijos. Puede llevar un poco de tiempo dependiendo de la placa base que se haya comprado.

Cualquier SSD que vaya en el frontal de la placa base es también mejor ponerla antes de instalar la placa base. Si hay ranura M.2 en la parte posterior, será mejor que lleve un disipador decente, aunque tampoco hay espacio para que sea muy alto.

Una vez instalada la placa base, se atornilla la caja de la fuente de alimentación. Es el momento de poner el cable extensor de alimentación, que es para lo que están los velcros, por lo que es bastante sencillo fijar el cable. Se colocan en un momento los cables de alimentación de la placa base (ATX y un EPS en mi caso), y se puede proceder a instalar la tarjeta gráfica.

Aunque sabía que iba a estar complicado al ver el hueco, he intentado instalar la RTX 4090 XLR8 de PNY en esta caja, sin éxito. Es una tarjeta de 71.1 mm de grosor, y aunque la caja tiene tres ranuras PCIe, recomendaría no intentar meter ninguna tarjeta gráfica de más de esos 60 mm de grosor, justamente tres ranuras PCIe. Inicialmente he instalado una RX 6800 XT, y le he conectado los dos PCIe de ocho pines que necesita para funcionar.

La instalación de los ventiladores en el frontal no tiene ningún misterio, aunque en este caso he conectado los tres a un bifurcador de tres conectores de cuatro pines, y este luego a uno de los de cuatro pines de la placa base. El ventilador del lateral lo he conectado directamente o otro conector de cuatro pines. Como la placa base solo tiene tres de estas tomas, junto con el del ventilador quedan todas ocupadas.

Lo curioso de mi experimento con la Freezer i35 es que entra en el sitio sin chocar con la montura de los ventiladores para el lateral derecho. Es una refrigeración de 158 mm de altura, y queda justita justita al poner la montura con el ventilador lateral en su sitio. No queda abombada ni nada por el estilo. Al ponerla, la zona donde están los tornillos queda totalmente pegada a la estructura de la caja, por lo que no se hace el bruto.

El motivo de usar esta Freezer i35 es que no tenía ninguna refrigeración líquida disponible al ponerme a montar el equipo, que sería lo lógico a poner en una mini-ITX. En lugar de pedir una y esperar, probé suerte. El soporte derecho de ventiladores tiene espacio más que de sobra para poner una refrigeración líquida de triple ventilador. Iba a apañar una de 240 mm para montar el equipo, pero vi que había mucho espacio y afortunadamente ha entrado la refrigeración. No es lo recomendable, pero eso dará una perspectiva de esta caja que seguro que a nadie se le iba a ocurrir en ninguna otra parte.

Hay alguna cosa molesta sobre esta caja. Por ejemplo, que el panel de conexiones de la placa base queda en la parte inferior. Por tanto, los USB más usados tendrán que ponerse en él. Se accede quitando una tapa, metiendo los cables desde el lateral. También desde ese hueco se tiene que poner el cable de vídeo de la tarjeta gráfica. Con dos USB 3.0 y un USB-C en el frontal, deberían ser suficientes para que no sea un problema.

Al montar los paneles de la caja hay que tener en cuenta que los de los laterales no son intercambiables. El canto con las muescas debe quedar arriba de la caja para que encaje el panel superior. Es también una pena que la caja no se pueda tumbar, aunque con este diseño no habría posibilidad de ello.

No recomiendo poner una refrigeración por aire a la CPU, aunque lo haya probado así. Esto ha sido un experimento debido a una curiosa coincidencia, pero que para un equipo normal se debería montar con una refrigeración líquida de 240 mm o 360 mm, que hay espacio para ello dentro de la caja. Salvo, claro está, que no se vaya a acompañar de una tarjeta gráfica de alto consumo. Si en lugar de una de 200 o 300 W se pone una RTX 4060 de 110 W, pues obviamente no habrá problema a la hora de usar una refrigeración por aire.

El problema de la refrigeración líquida es que se tendrá que poner en el lateral extrayendo calor de la caja, por lo que la CPU funcionará a una temperatura bastante más alta de lo habitual, lo cual se traduce en ruido de los ventiladores del radiador. Recomiendo a su vez poner ventilador finos en la refrigeración líquida. Si está la tapa lateral puesta y se usa por ejemplo la RX 6800 XT, tendrá que extraer de la caja una buena parte de sus 300 W de consumo.

Pruebas

Para hacer las pruebas he optado por montar dos tarjetas gráficas distintas, una RX 6800 XT modelo de referencia de AMD, y una RTX 4070 Verto Dual Fan de PNY. Son dos tarjetas de rendimiento similar, pero la primera consume sobre los 300 W y la segunda sobre los 185 W, además de ser más pequeña y manejable.

Empezando por la RX 6800 XT, jugando a Cyberpunk 2077, la CPU se sitúa sobre los 60 ºC (∆34 ºC) teniendo en cuenta una temperatura ambiente de 26 ºC, y la tarjeta gráfica sobre los 71 ºC (∆45 ºC), u 89 ºC en el T_j (∆63 C) con los módulos de DRAM estando a 41-42 ºC (∆15-16 ºC). El consumo del equipo completo en este caso es de unos 440 W.

Hay que tener en cuenta que al ser una minitorre, que con 24 L de volumen está todavía un poco lejos de ser un mini-PC, hay que ajustar al alza el movimiento de los ventiladores. En este caso, he modificado su curva en el BIOS, lo que hace que jugando los ventiladores de la caja se sitúen sobre las 1350 r. p. m. cuando el de la CPU está sobre las 1450 r. p. m. y esta a 60 ºC, y los de la GPU a 2200 r. p. m. Eso hace que haya más ruido que se nota perfectamente, con unos 40 dB.

Corsair incide en que el equipo tiene paneles fáciles de retirar, por lo que si se quita el panel derecho se consigue una caída de las temperaturas. El procesador baja a unos 50-55 ºC, mientras que la GPU suele andar sobre los 65-68 ºC. El ruido baja un poco por la curva de ventiladores que he creado, hacia los 37-38 dB, que es algo más relajado y que para una minitorre compacta con ese consumo de 440 W lo veo bastante bien. Pero también habría que quitar el panel izquierdo, que es donde no hay refrigeración y se recalienta bastante. Al final la refrigeración de las tarjetas gráficas expulsan aire hacia arriba y también hacia abajo.

Si se cambia ahora a la RTX 4070, la cosa mejora, cortesía de la caída del consumo a unos 325 W, aunque hay dos posibilidades. Si se opta por reducir las temperaturas manteniendo el ruido de 40 dB, pueden caer hasta unos 50-55 ºC para la CPU, mientras que la GPU se situará sobre los 70 ºC, con un funcionamiento sobre las 1600 r. p. m. Si en otro caso se opta por reducir el ruido, este caerá a los 33-34 dB, manteniendo unas temperaturas de 56-61 ºC de la CPU y 75 ºC de la GPU con la caja cerrada, aunque pueden caer más aún si se quita la tapa lateral.

Conclusión

Corsair ha querido darle una vuelta de tuerca a sus minitorres para equipos de alto rendimiento, y el resultado es cuanto menos interesante, aunque tiene sus peros. Permite sin problemas instalar y refrigerar adecuadamente una tarjeta gráfica de 300 W como la RX 6800 XT, aunque me hubiera gustado probarlo con la RTX 4090 en caso de que hubiera entrado. Las tres ranuras PCIe que tiene y el poco espacio adicional que tiene la limita a 65 mm como muchísimo, y la mía tiene prácticamente 72 mm. No ha entrado bien.

Las posibilidades de instalación de almacenamiento son adecuadas para la caja que es, teniendo en cuenta que las placas base mini-ITX tienen la posibilidad de instalar una M.2 en su parte posterior. Esa es necesario que tenga un disipador propio si es PCIe 4.0. Las unidades en la parte frontal de la placa base suelen disponer de buenos disipadores proporcionados por el propio fabricante de la placa base como es el caso de la B760-I Gaming Wifi de ASUS que he usado.

Aunque no sea una construcción típica en estas cajas, que haya entrado la refrigeración por aire Freezer i35 ha sido una agradable casualidad. Poniendo su ventilador apuntando hacia arriba, con los tres ventiladores del frontal y otro extrayendo aire en la parte superior, las temperaturas de funcionamiento han sido buenas con la tapa lateral puesta, aunque regulando al alza la velocidad de los ventiladores. Pero unos 40 dB de ruido para la potencia del equipo, por su tamaño, es bastante bueno.

Con los últimos lanzamientos de NVIDIA, como la RTX 4070 que consume solo 185 W jugando y da el rendimiento de la RTX 3080 de 350 W de la pasada generación, realmente es una caja muy buena para equipos de alto rendimiento. Con la RTX 4070 casi no hay ruido, y no es necesario quitar la tapa lateral para mantener buenas temperaturas, aunque siempre ayudará si se quiere un funcionamiento totalmente silencioso.

La mayor pega es la ubicación del panel de conectores de la placa base. No son de fácil acceso, por lo que hay que pensar que los frontales son solo para las cosas que se pongan y quiten habitualmente, como memorias USB o similares. Todo dependerá de cómo se use el equipo, pero en mi caso al usar todo inalámbrico realmente no necesito los USB como otros. El tema del recalentamiento del panel izquierdo sería algo a revisar, porque jugando llega a calentarse batante.

Por lo demás, esta es una caja para un tipo de usuario muy concreto, y no es para nada un modelo generalista, o la nota tendría que bajarla. Hay que invertir más dinero en el PC si se quiere usar —las placas base mini-ITX no son baratas, la refrigeración cuesta más y recomiendo poner al menos tres o cuatro ventiladores de los buenos—, con la ventaja principal siendo el menor espacio ocupado. Entra perfectamente sobre la mesa, y es más fácil de transportar. Es un buen modelo si se aceptan las pegas que tiene, teniendo un diseño interior interesante.

Puntuación