Apple puso en el mercado el MacBook Pro con el procesador M2 y una semana después se sigue valorando su potencia. La compañía ha cumplido la promesa en cuanto a rendimiento, pero el gran empujón en su rendimiento gráfico frente al M1, de hasta el 35 % según el escenario, hace que tenga una buena iGPU para jugar. Al menos si se la compara con la Radeon 680M del Ryzen 7 6800U, que es la mejor integrada en un procesador de Intel o AMD ahora mismo y que ha dado buenos resultados.
Según los datos de Hardware Unboxed, la M2 con iGPU de 10 núcleos gana consistentemente a la Radeon 680M por un 7-10 % según la calidad. Hay que tener en cuenta que el juego no está optimizado para funcionar en la arquitectura gráfica de la serie M de Apple y que por tanto hace uso de Rosetta 2. Puede que esté perdiendo incluso un 30-40 % de rendimiento que si fuera un juego compilado nativamente para el procesador M2. Por tanto, si fuera nativo destrozaría a la Radeon 680M.
Las iGPU de Apple son muy potentes, y los juegos que funcionan nativamente tienen un rendimiento enorme. Por ejemplo, el M1 Max del Mac Studio que uso habitualmente puede dar un rendimiento como el de una RTX 3060 en juegos optimizados como World of Warcraft, y más en macOS 13 que han corregido algunos problemas que me daba el juego en macOS 12. En Total War Warhammer III en macOS, que además incluye FSR, funciona con buen rendimiento a QHD y calidad alta, aunque tienen que pulirlo un poco. Apple tiene una gran arquitectura de GPU en sus procesadores, pero ahora tiene que realmente tomarse en serio jugar en los Mac. Metal 3 y MetalFX Upscaling son un comienzo, aunque sabe a poco.
Vía: Tom's Hardware.