El problema de la seguridad en los equipos informáticos de las empresa es una constante que parece no tener solución. Por mucha seguridad que se ponga en los equipos, al final el factor humano suele ser el responsable de que los jáqueres se cuelen en los equipos. En los tiempos que corren lo hacen con ánimo de lucro en base a los programas de ransomware o cibersecuestro. La siguiente empresa en caer en ello ha sido la taiwanesa Gigabyte, que sufrió uno de estos ataques entre el 3 y el 4 de agosto.

Aunque Gigabyte le quita hierro al asunto, el grupo de ciberdelincuentes habría accedido a 112 GB de información interna sensible de la compañía de sus repositorios de código. Gigabyte lo puso en conocimiento de las autoridades judiciales aunque no indicó si pagó o no el rescate por los datos de la compañía. Teniendo en cuenta la cantidad de información secreta que manejan las compañías tecnológicas es habitual aunque no común que paguen, de una forma u otra, esos rescates para evitar que se haga público.