HTC no está muerta, pero casi. Para demostrar que al menos sigue en el mercado, la compañía ha anunciado su primer móvil con conectividad 5G, el U20 5G, un móvil grande con pantalla de 17.2 cm (6.8 pulgadas), que bien se puede usar más como tableta pequeña que como teléfono. La pantalla es de tipo IPS, con resolución de 2400 × 1080 píxeles. Su tamaño es de 171.2 mm × 78.2 mm × 9.4 mm y pesa 215 g.

El procesado es un Snapdragon 765G, con 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, más un lector de tarjetas micro-SD. Dispone de wifi 802.11ac, Bluetooth 5.0, NFC, nano-SIM, USB tipo C y batería de 5000 mAh con carga rápida de hasta 18 W. El lector de huellas dactilares se sitúa en su parte posterior.

La cámara frontal es de 32 Mpx con apertura ƒ/2.0 y el sensor está alojado en la esquina superior izquierda en su recorte —o balazo, como me gusta llamarlo—. La cámara trasera tiene cuatro sensores: principal de 48 Mpx y ƒ/1.8, secundario de 8 Mpx y gran angular de 118º, terciario de 2 Mpx para fotomacrografía, y un cuarto de 2 Mpx y ƒ/2.4 para profundidad.

Su precio es de 18 990 dólares taiwaneses, o unos 560 euros al cambio directo. Por sus características, sin pantalla OLED o un sistema de cámara mejor, seguramente siga el camino del resto de dispositivos que tiene en el mercado: el basurero más cercano.