Los actuales rumores apuntan a que AMD podría anunciar a mediados de junio una renovación de los procesadores Ryzen 3000 de sobremesa para ponerlos a la venta en julio. Se esperarían tres procesadores (Ryzen 5 3600XT, Ryzen 7 3800XT y Ryzen 9 3900XT), y lo que aportarían sería una mejora de las frecuencias base y turbo de 200 a 300 megahercios para darle un empujón de rendimiento en torno al 5 % a estos procesadores.

Ahora han aparecido supuestas pruebas de rendimiento de los 3600XT, 3800XT y 3900XT en Cinebench R15 y R20, que eliminarían la posible diferencia de potencia mononúcleo con respecto a Intel. Si el 3900X obtiene 521 puntos en Cinebench R20 en la prueba monohilo, el 3900XT obtendría 542 puntos, apenas un 4 % más. Ahora mismo los procesadores Core de 10.ª generación tienen alguna ventaja a la hora de aprovechar las tarjetas gráficas más potentes en algunos juegos, pero este aumento de potencia, aunque no sea muy grande, la eliminaría.

Intel solo puede apelar ahora mismo a ese mejor aprovechamiento de las tarjetas gráficas potentes para comprar el Core i9-10900K —aunque no merezca realmente la pena frente a un Ryzen 9 3900X en la mayoría de situaciones—. Con estos procesadores, Intel tendría que forzar una bajada de precios, aunque eso depende más de la oferta y demanda en las distribuidoras. Si aun así, con un 3900XT en el mercado la demanda del Core i9-10900K se mantuviera alta, no creo que Intel tuviera interés en intervenir. Pero si AMD consigue realmente llamar la atención del jugón que quiere lo más potente para aprovechar las tarjetas gráficas más potentes —léase «RTX 3080 Ti» o la RDNA 2 más potente que AMD esté preparando—, entonces Intel sí empezaría a tener auténticos problemas.

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Fuente: WCCFTech. Vía: TechPowerUp.