Una de las cosas más raras que está haciendo AMD desde que anunciara los primeros Ryzen es no prestarle atención a las unidades de procesamiento acelerado (APU), que son sus procesadores con unidad gráfica integrada. Puede que eso empiece a cambiar este verano, ya que AMD estaría preparando al menos siete APU de la serie Ryzen 4000 para equipos de sobremesa, y explicaría en parte la llegada del chipset B550.

Un fabricante de estas B550, Biostar, ha publicado en su web las características de esas nuevas APU, y se espera que lleguen a finales de junio o en julio. También explicaría por qué el Ryzen 5 3400G tiene tan mala disponibilidad, y el Ryzen 3 3200G no ha terminado de bajar mucho de precio. Lo veo factible, porque es evidente que AMD tiene que irle dando más importancia a las APU, en un momento en que los Tiger Lake con iGPU tipo Xe de Intel llegarán también este verano y con hasta el doble de rendimiento gráfico si los rumores son ciertos.

Núcs.HilosFrec. baseFrec. turboTDPRadeonSombreadores
zen 7 4700G8163.6 GHz4.4 GHz65 W8512
Ryzen 7 PRO 4700G8163.6 GHz4.4 GHz65 W8512
Ryzen 7 4700GE8163.1 GHz4.3 GHz35 W8512
Ryzen 5 PRO 4400G6123.7 GHz4.3 GHz65 W7448
Ryzen 5 4400GE6123.3 GHz4.2 GHz35 W7448
Ryzen 3 PRO 4200G483.8 GHz4.1 GHz65 W6384
Ryzen 3 4200GE483.5 GHz4.1 GHz35 W6384

Estas nuevas APU incluirían una parte de procesamiento genérico de arquitectura Zen 2 y una parte de procesamiento gráfico de tipo Vega mejorado —las llama simplemente «Radeon Graphics», sin mención a «Vega», a diferencia de lo que ocurría en anteriores APU—. Serían como las APU tipo Ryzen 4000 de portátiles que tan buenas críticas están recibiendo por su enorme potencia, aunque no terminan de llegar al mercado. Partirían del Ryzen 3 4200GE de 35 W de potencia de diseño térmico (TDP) y cuatro núcleos con una Radeon 6 —seis unidades de cómputo, o 384 sombreadores—, y terminarían en un Ryzen 7 4700G de ocho núcleos con una Radeon 8 (512 sombreadores).

La potencia gráfica de la Radeon 8 se podría situar claramente por encima de la la Vega 11 del Ryzen 5 3400G por los cambios de arquitectura introducidos por AMD y por las mayores frecuencias de funcionamiento de la iGPU. Aunque solo fuera un 20 % más de rendimiento, eso daría más margen para jugar a FHD mucho más cerca de los 60 f/s en algunos juegos a calidad baja, y para mantenerse estable por encima de los 30 f/s en la mayoría. AMD hablaba de que la Radeon 8 era hasta un 50 % más potente que la RX Vega 11 en portátiles.

En sobremesa juega a su favor que tienen más margen de consumo, pero en el Ryzen 5 3400G las frecuencias de la parte de CPU ya eran superiores a los de las APU de portátiles, que podían limitar un poco el rendimiento. No tengo muy claro qué potencia gráfica máxima tendrán estas APU, pero si alcanzaran un 40 % más de rendimiento gráfico (Vega 11 vs. Radeon 8) serían estupendas noticias para los jugones casuales, pero también para los diseñadores que usen programas que tiren más de CPU pero aun así necesiten una tarjeta gráfica decentilla.

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Vía: Hot Hardware.