LG ha anunciado cambios a sus telvisores OLED de este año, las series E9 de 55 y 65 pulgadas así como la C9 de 55, 66 y 77 pulgadas, que tienen como principal característica publicitariamente hablando que ahora son compatibles con G-SYNC. La compañía ha colaborado con Nvidia para que tengan el certificado apropiado, ya que al basarse Adaptive Sync lo único que se precisa son modificaciones del firmware, que llegará próximamente, para cumplir con los test de Nvidia.

Son televisores con resolución 4K y disponen de un refresco de pantalla de hasta 120 Hz, con una gran calidad de color como es habitual en este tipo de paneles. Interpretan imágenes de alto rango dinámico tanto de HDR10 como Dolby Vision, e incluyen conectores HDMI 2.1 para aprovechar distintos modos específicos de este estándar como el modo de baja latencia, audio mejorado o tasa de refresco variable.

El tiempo de respuesta se sitúa en los 6 ms para los juegos a QHD a 120 Hz y en los 13 ms para el 4K a 60 Hz. Pueden resproducir sonido a través de formatos como el Atmos o TrueHD sin pérdidas de Dolby.