EE. UU. emitió un veto presidencial a los productos de Huawei hace unos días, y eso se va a hacer sentir en el sector de la tecnología. La compañía china ha sido vista desde hace unos años como la extensión del gobierno chino al tener altos cargos militares y políticos en sus filas, y que se hayan encontrado todo tipo de vulnerabilidades en sus productos no ha ayudado a que los servicios de inteligencia estadounidenses emitieran hace unos años una advertencia contra los productos de Huawei, pidiendo al consumidor que no los compraran.

Sea como sea, con el veto que Donal J. Trump ha emitido contra Huawei significa que ninguna compañía estadounidense puede comerciar con ella, y por tanto ha perdido de manera inmediata el acceso a todos los productos y servicios estadounidenses. Huawei no podrá usar los procesadores de Qualcomm o Intel, pero tampoco los sistemas operativos Android y Windows, entre otros, si bien sí que tendrá acceso a las versiones de código abierto como AOSP (Android Open Source Project).

Los teléfonos que actualmente están en el mercado con Android seguirán funcionando sin problemas, pero no recibirán actualizaciones del sistema operativo y los futuros teléfonos de la compañía no podrán venderse con las aplicaciones de Gmail, Play Store, YouTube y otras de Google preinstaladas. Es un mazazo para las ventas de la compañía fuera de China, porque en occidente la Play Store es la que acapara casi el cien por cien de uso, más allá de otras menores para productos concretos como la Amazon Appstore.

Por tanto, la apli de la Play Store seguirá funcionando en todos los dispositivos de Huawei como hasta ahora, pero la compañía china tendrá que buscar alternativas. Aparentemente llevan trabajando tiempo en versiones de AOSP u otro sistema operativo para sustituir al Android modificado de Google de código cerrado con aplicaciones preinstaladas, pero no querían tener que recurrir a él. Pero lo mismo le ocurre con sus portátiles, porque no podrán llegar con Windows preinstalado ya que el veto también lo aplica Microsoft.

Sobre los procesadores, puesto que Qualcomm, Intel y AMD son compañías estadounidenses, tampoco podrán venderle sus productos a Huawei. En el sector de los móviles no parece que vaya a suponer un grave problema ya que Huawei desarrolla sus propios sistemas en chip para ellos, pero en el de los portátiles el futuro es más incierto.

Huawei estaba en la segunda posición en ventas de dispositivos a nivel mundial, y a corto plazo se va a ver afectada por este veto, pero está por ver de qué forma. Su posición en el mercado de los portátiles probablemente desaparezca, y eso después de que había establecido una línea de equipos de buen diseño y potentes, y no especialmente caros para lo que son los ultraportátiles, aunque es un mercado en el que no ha tenido tanta suerte como en el de los teléfonos inteligentes.

Pero el veto también plantea un problema económico a las compañías estadounidenses. Puesto que Huawei es de los principales fabricantes de dispositivos del mundo, no solo móviles, tabletas y PC, las compañías estadounidenses van a perder hasta once mil millones de dólares de ingresos al año. Pero ahora mismo lo que se está pidiendo a Trump es transparencia para que publique las pruebas que pueda tener sobre ese supuesto espionaje que Huawei estaría llevando a cabo a través de sus dispositivos contra el Gobierno estadounidense, pero Trump está haciendo oídos sordos a la petición.