ASUS ha sido la empresa que más placas base ha presentado con el nuevo chipset Z390 de Intel, y son en total diecinueve que hay para todos los gustos. En algunos casos solo son pequeñas variaciones —modelos sin y con wifi+Bluetooth, o que solo cambia uno o dos conectores traseros—, y entran dentro de las líneas ROG Strix, TUF y Prime. Todas con su buena dosis de iluminación RGB o en algún color básico, y en formatos ATX, micro-ATX y mini-ITX.

El único cambio importante de estas placas base, que son compatibles con los procesadores de 8.ª generación, es que suelen tener un conector de alimentación EPS de 4+4 pines más otro de cuatro pines adicional, o dos EPS. Eso pone el punto de mira al consumo real de los procesadores Core i7-9700K y Core i9-9900K cuando se suban frecuencias, que puede ser alto.

Por lo demás, no hay nada nuevo en esta serie que no estuviera en las Z370. El aspecto está un poco más estilizado, la iluminación algo mejorada con las mejores con ledes en el chipset, protector+disipador de los MOSFET y en el lateral, por ejemplo. Todas cuentan con dos ranuras M.2, y hay una cierta tendencia a favorecer a los conectores USB 3.1 y 3.0 frente a los 2.0, lo cual es una buena señal de que se irán dejando atrás, y quizás desaparezcan el próximo año.