El eterno problema de Android es que los fabricantes no se molestan en mantener actualizados los teléfonos que venden. Algunos puede que distribuyan una actualización a los más populares, pero los de menor coste suelen pasarse su existencia sin recibir ni una sola. Además, muchas compañías tardan entre seis meses y un año en actualizar sus teléfonos de gama alta a la última versión mayor de Android.

Sin embargo, la vida en el ecosistema de Apple es distinta, y guste o no la compañía de la manzana mordida, es algo positivo. Con las brechas de seguridad que se encuentran en los sistemas operativos cada día es conveniente mantenerlos actualizados. Distribuir las actualizaciones directamente hace que iOS 11, de hace apenas seis meses, ya esté en el 76 % de los dispositivos compatibles.

Un 19 % se ha mantenido en iOS 10, mientras que un 5 % de los dispositivos están en una versión más antigua. Los datos son positivos, aunque van más lentos de lo esperado. En enero, iOS 11 estaba en el 65 % de los dispositivos. La falta de novedades de calado tampoco es un aliciente para que todos los usuarios actualicen sus dispositivos, aunque los múltiples problemas de seguridad que se han ido encontrando en iOS sean en algunos casos graves y recomendable el actualizar a la versión más reciente.

Vía: 9to5Mac.