AMD ha tenido un año intenso con la vuelta al mundo de los procesadores de consumo y empresariales con los Ryzen y EPYC, pero también por las ventas inesperadas de sus Radeon RX 500 debido a la criptominería. Pero una vez que las ventas de tarjetas gráficas han empezado a aflojar, puede que no se repitan muchos trimestres más de fuertes ingresos y beneficios con se dio en el tercer trimestre.

Las acciones de AMD se han hundido un 9 % tras un informe de Morgan Stanley en el que se indica que el sector de los microprocesadores se ha ralentizado. Las ventas de tarjetas gráficas relacionadas con el resurgir de la criptominería va a descender un 50 % el próximo año, que se traduciría en 250 M$ menos de ingresos para AMD. Por otro lado, también se está previendo un descenso del 5.5 % en las ventas de videoconsolas en 2018, y siendo AMD el diseñador o codiseñador de los procesadores que usan, tampoco ha sentado bien a los inversores.

AMD tiene una fuerte dependencia del estado del mercado debido a que en los últimos cinco años ha perdido 2800 M$, y es algo que los accionistas no dejan pasar por alto. Con unos fondos de reserva mermados, y con Intel recrudeciendo la guerra de los núcleos con sus procesadores Coffee Lake, 2018 puede ser un año bastante distinto para AMD que este 2017. Aunque, de momento, está bien situada para aguantar el tirón, aunque mejor le iría si hubiera podido tener suficientes existencias de chips Vega en lugar de marear la perdiz.

Vía: Ars Technica.