ZTE ha querido dar una vuelta de tuerca al mundo de los teléfonos con un modelo que no se veía desde hace tiempo. El Axon M incluye dos pantallas, una residiendo en el cuerpo principal del teléfono, y la otra sección con la segunda pantalla está conectada por una bisagra y es notablemente más fina en comparación. Ambas son de 5.2 pulgadas protegidas por Gorilla Glass 5, con resolución de 1920 × 1080 píxeles.

El procesador escogido para el teléfono es un Snapdragon 821, con 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento, con lector de tarjetas micro-SD de hasta 256 GB. El botón de encendido dobla función como lector de huellas dactilares. Utiliza un conector USB tipo C para recargar la batería de 3180 mAh, disponiendo de carga rápida QC3.0. La cámara principal es de 20 Mpx con apertura f/1.8, con estabilización óptica de imagen. También tiene Bluetooth 4.2 y wifi 802.11 ac. Llega con Android 7.1.2 Nougat preinstalado.

El tamaño del teléfono, para tener dos pantallas plegables, es de solo 150.8 × 71.6 × 12.1 mm con un peso de, solo, 230 g, gracias a un cuerpo monopieza de aluminio. El cuerpo principal tiene 7.8 mm de grosor, y el secundario 4.3 mm. ZTE ha incluido varios modos de uso de ambas pantallas, las cuales funcionan de manera conjunta como una de 6.75 pulgadas. Se pueden usar por separado, ejecutando una aplicación en cada una. Como una sola pantalla, en la que las aplicaciones aprovecharán el espacio adicional. O un modo espejo en el que se mostrará el mismo contenido en ambas para, por ejemplo, dejarlo sobre la mesa y que más gente vean las pantallas.

El teléfono tendrá un precio en torno a los 700 dólares, aunque por ahora llegará inicialmente a EE. UU. a través de la operadora AT&T y posteriormente al resto del mundo.

Vía: The Verge.