Elon Musk ha salido a la palestra para defender los resultados económicos de la compañía del segundo trimestre del año. No han sido buenos, ya que a pesar de ingresar 2786 millones de dólares ha tenido unas pérdidas netas de 401 M$ de acuerdo al Plan General de Contabilidad, pero supone un aumento interanual de ingresos del 49 %.

El tema candente es la disponibilidad del Model 3, el «coche más barato» aunque cuesta 35 000 dólares sin extras. Fabricarán unos 1500 vehículos en el T3 del año debido a limitaciones en la cadena de suministros, pero a finales de año la compañía fabricará 5000 vehículos semanales, y 10 000 semanales a finales de 2018. En total se han entregado en el T2 un total de 25 708 Model S y Model X, de los cuales se han entregado 22 026 a sus propietarios.

Aunque la compañía dispone de 3000 M$ en sus cuentas bancarias, tiene que mejorar sustancialmente la producción del Model 3 para cubrir los pedidos iniciales y las más de 1800 reservas diarias que se están produciendo desde que entregaran el primer Model 3 hace unas semanas. También mejorará la sección de energías renovables, que ha reportado unos ingresos de 287 M$, un aumento muy sustancial ya que en el T2 de 2016 solo se ingresaron de este sector 3.9 M$. Se ha instalado 176 MW en paneles solares, y 97 MWh de baterías.

Musk se lamenta de la mala elección de nombre del Model 3, porque el Model S sigue siendo el coche superior aunque no dé esa sensación. También ha clarificado que el próximo Model Y usará finalmente parte del proceso de fabricación del Model 3 para ponerlo más rápidamente en las carreteras.