AMD presentó el pasado septiembre una serie de chips gráficos para sistemas empotrados basados en la arquitectura Polaris. Se trataba de una serie de tarjetas gráficas sobre todo en formato MXM y tarjeta PCIe, que no están orientadas a jugar o renderizado, sino para usos más básicos, como equipamiento médico de diagnóstico por imagen, máquinas de casinos, pantallas publicitarias, y usos similares. Ahora Sapphire ha presentado su serie GPro E basada en estos chips Polaris.

La más potente es la GPro E9260, que tiene una potencia de cómputo de 2.5 TFLOPS, que la sitúa por encima de la RX 560, y usa el chip Polaris 11 con 8 GB de VRAM, capaz de mover pantallas 5K a 60 Hz. Hay también otras tarjetas basadas en chips anteriores, como la GPro E8870 que usa el cip de la HD 7790, la GPro E8860 que usa el de la HD 7770, y la GPro E6465 que usa el de la HD 6490M. Por potencia no va a sorprender a nadie, porque tienen 1.5 TFLOPS, 0.75 TFLOPS y 0.175 TFLOPS respectivamente.

El punto a favor del uso de estas tarjetas a nivel empresarial está en que tienen su producción asegurada durante un lustro y muchas veces se producen durante una década. De otra forma, si eligieran una Radeon normal podrían encontrarse que en un año o dos esas tarjetas desaparecen del mercado, teniendo que buscar alternativas. También cuentan con un mayor nivel de asistencia técnica por parte de AMD y, en este caso, Sapphire, que es lo que se busca en maquinaria cara como puedan ser los equipos médicos. Unos controladores más específicos y superoptimizados con los que ganar más rendimiento para equipamiento mucho más concreto.

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Vía: The Tech Report.