A pesar de que el Galaxy Note 7 haya sido retirado definitivamente de las tiendas, las noticias sobre las polémicas baterías, sea lo que se lo que causara su combustión espontánea, no se van a acabar hasta dentro de mucho. Ahora sale a la luz parte del proceso de calidad que realizaba la marca sobre este componente el cual, claramente, podría haber sido bastante más riguroso.

Según se ha podido saber, Samsung llevaba a cabo el proceso de calidad y pruebas de las baterías en un laboratorio de su propiedad y que se encontraba dentro de sus instalaciones. Quizás no suene raro en principio, pero sí que choca con el proceso de testeo de otros fabricantes como Huawei, Apple, Lenovo o LG, ya que encargan a laboratorios externos certificados por la CTIA (Cellular Telephone Industries Association) todo el proceso de calidad de sus baterías.

La CTIA afirma que las baterías se prueban tanto dentro como fuera del terminal en diferentes situaciones (cargando en reposo, apagado, durante llamada y más), además de someter a las baterías a condiciones extremas. Samsung, al llevar el proceso de certificación de forma interna, no se sabe qué pruebas realiza para probarlas. Aun así, siendo el caso del Galaxy Note 7 un caso aislado, quizás el problema pudiera no estar en las propias baterías si no en otra parte de la electrónica del teléfono, sobre todo porque ha afectado a dos modelos de batería fabricadas por dos compañías distintas.

Vía: Engadget.