Hacía tiempo que no se oía hablar del grafeno, el llamado material de futuro creado con átomos dispuestos en un patrón regular hexagonal de un átomo de espesor. Miles de usos, casi milagrosos en algunos casos, se le han descubierto a este material. Ahora unos investigadores de la universidad china de Tsinghua han encontrado otro curioso uso a este material, de una forma un tanto inusual.

Si os propusieran alimentar gusanos de seda con grafeno y nanotubos de carbono quizás penséis que se trata de una propuesta absurda, pero en este caso ha funcionado cumpliendo eso de de lo que se come se cría. Los investigadores rociaron hojas de morera, alimentación base de los gusanos de seda, con una solución que contenía un 0.2 % de nanotubos de carbono y grafeno. El resultado obtenido fue una seda el doble de resistente de lo habitual.

Al estudiar la seda producida se encontraron restos de estos materiales en ella, así como en los excrementos, lo que indica que aún se puede mejorar la fórmula. Además de la resistencia extra, la nueva seda mejorada cuenta con una estructura molecular más organizada, capaz de resistir el estiramiento un 50 % más antes de romperse, y al carbonizar las proteínas de la seda a 1050 ºC se logró que también condujese la electricidad, al contrario que la seda convencional.

P.D: ¿será este el secreto de la resistencia de las telas de Spider-Man?

Vía: Wired, Chemical & Engineering News.