Pilotar un dron no es tarea fácil, y por ello hay cursos de pilotaje. Pero creo que los mandos usados para controlarlos tienen parte de la culpa ya que resultan poco intuitivos para los principiantes. Sin embargo, el control por gestos ayuda al piloto novato a orientar y manejar el dron, y qué mejor para el control gestual que el Power Glove de Nintendo.

El hacker Nolan Moore le ha dado una segunda juventud al periférico de la gran N, que ya que no triunfó en los videojuegos quizás pueda hacerlo ahora en el mundillo de los drones, gracias a la modificación que le ha aplicado a uno de sus drones para que reciba la señal que envía el guante y la reconozca como instrucciones.

El guante informa de su inclinación al cuadricóptero para indicar la dirección en la que debe desplazarse. Apuntando con el dedo hacia arriba o abajo el dron aumenta o disminuye su altura. Gestos sencillos que harían mucho más accesible el mundo de los drones a todo el mundo.

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Vía: Nintendo Life.