Los cuerpos de seguridad están tomándose muy en serio las potenciales amenazas que suponen el vuelo de drones en zonas restringidas o sobre las ciudades. Por ello no es raro que haya departamentos de policía con una división antidrones, desarrollen armamento específico para destruirlos en vuelo y que busquen soluciones más tradicionales al problema.

Todo pasa por el entramiento de águilas para que realicen la labor de limpiar los cielos de drones, como está haciendo la Policía Nacional neerlandesa, en colaboración con la empresa Guard From Above. Si bien es una opción útil en ciertas circunstancias, en una amplia cantidad de escenarios no será lo más conveniente, y según la policía neerlandesa es más útil utilizar redes y otros dispositivos electrónicos para derribar los drones.

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Vía: TechCrunch.