Con el nacimiento de su hija, Mark Zuckerberg y su esposa van a desprenderse del 99 % de su fortuna y cedérsela a la Chan Zuckerberg Initiative con objetivo sociales. Pero el punto candente de su decisión es que se trata de una empresa y no una fundación, por lo que esta decisión ha causado gran excepticismo.

Zuckerberg ha querido explicar los motivos de ello. Lo primero, al ser una empresa, la venta de las acciones de Facebook que valen 45.000 millones de dólares estará sujeta a impuestos. Debe ser de los que piensan que todo buen estadounidense tiene que pagar religiosamente sus impuestos o no ser un buen ciudadano. Pero también, al ser una empresa tendrán más fácil realizar inversiones de todo tipo, tanto en ONG como en empresas privadas, así como discutir nuevas leyes (léase financiar grupos de presión en Washington).

El objetivo es centrarse en cinco sectores a la hora de financiar proyectos, que son los mismos en los que han invertido Zuckerberg y señora hasta ahora: educación, ciencia, salud, acceso a internet e inclusión social. Además, los beneficios que puedan dar estos desarrollos se seguirán invirtiendo en otros nuevos, pero siempre con el objetivo de mejorar el mundo.

Resumiendo: Zuckerberg se ha montado una empresa de capital-riesgo para invertir en nuevos proyectos.

Vía: TechCrunch.