Google intentó vender las gafas inteligentes Google Glass antes incluso de tenerlas terminadas, y el resultado ha sido desastroso. En enero tuvieron que cancelar su desarrollo para entrar en un proceso de reflexión y ver cómo enfocar un segundo modelo. Pero en algunos campos profesionales su uso dio resultados prometedores, como por ejemplo en el de la medicina.

Por eso Google ha estado trabajando en unas Glass Enterprise Edition, con hardware mejorado como una montura para ponerlo en más tipos de gafas, una pantalla más ancha y delgada que se puede mover vertical y horizontalmente, y un procesador más rápido, mejor conexión inalámbrica y mejor batería.

Esta versión llegaría para empresas en otoño, pero las nuevas Glass de consumo no llegarán hasta dentro de al menos un año. En muchos casos, el personal de las fuerzas de seguridad de un país tampoco necesitan mucho más que las Glass en su estado actual para grabar vídeo o consultar ciertos documentos rápidamente, y es lo que quiere rentabilizar Google de la primera versión de Glass.

Vía: EnGadget.