A las compañías les ha dado en las últimas semanas por presentar PCs en formato de llave HDMI para conectarlas directamente a un monitor y ponernos a trabajar. Un poco de tranquilidad que estamos en verano. Los chicos de Intel presentaron el Compute Stick en enero, prometiendo compatibilidad con Android, Windows y Linux.
La versión de Windows incluía 2 GB de RAM (un mínimo razonable para que funcione el sistema operativo), pero la de Ubuntu (una de las distribuciones de Linux más populares a nivel doméstico) llega con 1 GB de RAM. La diferencia se nota en el precio: 110 dólares (en enero dijeron que serían 85 $) en vez de 149 dólares de la versión con Windows.
También se reduce su almacenamiento interno, de 32 GB a 8 GB, por lo que aunque es suficiente para correr Linux, quizás no vendría mal que Intel vendiera también la versión de 2 GB de RAM. Ubuntu ocupa 5 GB por sí solo, pero incluye lector de tarjetas microSD y habrá que usarla casi por obligación (aunque Windows ocupe 20 GB, lo que deja al Compute Stick en una situación similar en ambos casos).
El procesador que incluye es un Atom Z3735F, con GPU Intel HD Graphics integrada, coneción HDMI 1.4a, un puerto USB 2.0, Wi-Fi 802.11 b/g/n, Bluetooth 4.0 y tiene un tamaño de 103 x 37 x 12 mm.
Intel Compute Stick con Ubuntu se pondrá a la venta la semana que viene.