Hace unos años se presentó un exoesqueleto que permitía a personas paralizadas caminar de nuevo. Pero, ¿y si se pudiera hacer mediante implantes que estimulasen su espina dorsal? Eso es precisamente lo que un grupo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana intenta conseguir con sus implantes e-Dura, los cuales no dañarían o inflamarían el tejido nervioso.

Gracias a su composición, estos se adaptarían al movimiento de la espina dorsal, encargándose de comunicar impulsos eléctricos y químicos. A efectos prácticos, imitan el tejido nervioso. De momento, las pruebas realizadas con ratones en laboratorio son prometedoras.

No obstante, todavía tardarán bastante en poder emplearse en ensayos con seres humanos. Además, estos implantes pueden tener más aplicaciones, como en el tratamiento de la epliepsia y el Parkinson, así como en la reducción del dolor crónico de otras afecciones. No sería totalmente una cura, pero permitiría recuperar mobilidad y hacer una vida más o menos normal sin complicaciones. Lo cual no es poco, precisamente.

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Vía: EnGadget, EPFL.