Uno de los principales regalos de esta Navidad ha sido una consola de nueva generación. Ya sea PlayStation 4 o Xbox One, hay infinida de nuevos jugadores que en la mañana de Navidad conectaron su consola a la red de su casa... y descubrieron que no podían conectar al servidor para recibir actualizaciones de la consola y juegos.

Un grupo de hackers autodenominado Lizard Squad se ha declarado responsable de los ataques a las dos mayores redes de juego online del mundo, Xbox Live y PlayStation Network. Empieza a ser bastante habitual, ya que cada pocas semanas ambas sufren cortes de servicio y lentitud en el acceso. Lo más molesto de estos ataques es que dejan a los jugadores fuera del modo online de muchos juegos, como Destiny o Halo, al no poder autenticarse con sus cuentas en los servidores de juego.

Cada vez es más sencillo provocar caídas en Xbox Live y PlayStation Network. Diversos fallos de seguridad descubiertos en protocolos básicos de Internet como NTP (Network Time Protocol) permiten utilizar una miriada de servidores desactualizados para realizar ataques de denegación de servicio distribuidos, y amplificados encadenando otros fallos de seguridad.

Gracias a la intermediación de Kim Dotcom, los hackers dejaron de atacar PSN y Xbox Live, ya que les ofreció cuentas premium de por vida en Mega. Los hackers aceptaron y pusieron su mirada en la red Tor. Actualmente ambas redes están plenamente operativas, pero Sony debería comenzar a revisar seriamente qué tipo de ingenieros y equipos dispone en su red.