Hace diez años, Google comenzó un proceso de adquisición de fibra oscura que ha continuado hasta hoy. Esto le ha permitido tener una red propia de fibra óptica para crear su propia infraestructura de red troncal con la que satisfacer el creciente volumen de tráfico que demandan los usuarios de sus servicios.

Pero también desde hace dos años Google ofrece su servicio Google Fiber en unos pocos mercados metropolitanos de EEUU, como Provo en Utah, y en el área metropolitana de las dos Kansas City, la de Kansas y la de Missouri. Ahora se une un nuevo mercado, el de Austin, en Texas, donde irá implantándose por vecindarios, con tres planes posibles, ofrecidos a particulares y a pequeños negocios.

Por 130 dólares se puede contratar televisión, 1GB de almacenamiento en nube y 1 gigabit de ancho de banda. Si no se quiere la televisión, el servicio baja a 70 dólares al mes. Por último, hay un servicio básico que es gratuito, con 5 Mbps de bajada y 1Mbps de subida, siempre y cuando se paguen los 300 dólares que cuesta la acometida. Los pequeños comercios, bajan a 100 dólares al mes.

Los planes de Google no se paran en este mercado, sino que desean seguir expandiéndose poco a poco, para lo que tienen hasta 34 posibles mercados locales. Los accesos a Internet no se van a limitar a los barrios de clase alta o media, sino que va a extenderlo a las viviendas públicas de la ciudad, siguiendo con la política de la compañía de no ahondar la brecha digital en el mercado doméstico. ¿Se plantearán el extenderse a mercados internacionales?

Vía: The Verge.