Una empresa tan diversificada como Sony suele tener en sus cuentas algún que otro lastre que en los últimos tiempos es su división de ordenadores personales bajo el sello VAIO. Con un sector a la baja, previsiones de un 2014 en el que se seguirán vendiendo menos PC y más tabletas, la compañía finalmente ha decidido vender la división a Japan Industrial Partners por 490 millones de dólares.

La garantía de los producots vendidos hasta ahora pasará a ser responsabilidad de la nueva empresa. Este acuerdo también supone que Sony despedirá a 5.000 empleados, y que reorganizará su división de televisores para centrarse en la gama alta y en las pantallas 4K. Esto hará que la división vuelva a ser previsiblemente rentable dentro de un año.

La situación financiera inestable de la compañía ha llevado en las últimas semanas a una recalificación a la baja de los bonos de la compañía, lo que hace más difícil y caro que consiga préstamos para seguir su actividad. La compañía ha ingresado 22 900 millones de dólares en el último trimestre de 2013, pero sólo ha generado unos beneficios de 800 millones, y en parte debido al cambio favorable del yen/dólar.

Aunque Sony ha tenido cierto éxito con los últimos modelos de Xperia, la compañía está en una situación económica poco deseable ya que la división de móviles ha generado unas pérdidas de 120 millones de dólares en el último trimestre. Pese a que la división de PlayStation ha aumentado sus ingresos un 64% gracias al lanzamiento de la PS4, no está generando casi beneficios debido a que las consolas no reportan dinero a las compañías hasta bien entrado su ciclo de ventas. En el caso de la PS4 y XBO, son consolas que se están vendiendo con pérdidas para los fabricantes.

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Fuente: Sony. Vía: TechCrunch.