Los analistas se equivocan más de lo que aciertan en sus predicciones basadas en 'topos' de las líneas de producción y canales de suministro de las compañías. En el caso de Apple, siempre se ha demostrado que intentar saber si un producto se vende bien o mal, o qué es lo que tiene preparado para el futuro, es inútil. Su línea de suministros la creó Tim Cook centrándose en que fuera lo más opaca posible, y así se ha mantenido tras ocupar el puesto de Director ejecutivo de Apple.

Por eso las noticias de que un analista llamado Timothy Arcuri haya asegurado que el iPhone 6 tendrá una pantalla de 4,8 pulgadas tiene su lógica, pero sólo si Apple tomara ciertas decisiones. La primera es que tendría que elegir la resolución a utilizar en el iPhone con esas 4,8 pulgadas, lo cual no sería nada sencillo.

¿Utilizar la misma densidad de píxeles que las pantallas Retina? El actual iPhone 5s incluye una pantalla de 1136 x 640 píxels, con una resolución de 326 ppi. Eso significa que en una de 4,8, tendría que optar por una resolución de (aproximada) 1360 x 760 píxels. El problema de introducir un nuevo tipo de resolución es que los desarrolladores tendrían que ser avisados con tiempo, y eso tendría que ser durante el WWDC. Pero levantaría muchas ampollas, iras y crearía una situación en ña que las aplicaciones no se verían bien en el iPhone 6, salvo que las no adaptadas a esa nueva resolución se ejecutaran en un contenedor de 1136 x 640 píxels como ocurriera en el tránsito de la pantalla de 3.5 a 4 pulgadas. Viable, pero no quedaría especialmente bien tener tanto espacio negro en la pantalla, aunque sería como usar una aplicación del iPhone en el iPad.

Otra opción sería aumentar la densidad de píxeles para mantener el aspecto actual de las aplicaciones, llegando a una resolución de 2272x1280 píxels con unos 544 ppi. Es una resolución que se está fabricando y que por ejemplo se rumorea que se incluirá pantalla con 2560x1440 en el Galaxy S5 (564 ppi). Pero esta opción tiene desventajas: cuatro veces más píxeles consumen cuatro veces más batería, y las imágenes tendrían que volverse a adaptar con respecto a las pantalla Retina (doblando ancho y alto de las mismas). Así que, a menos que Apple incluya una gran revolución en el consumo de batería o de la pantalla, esta opción no sería muy viable.

Por eso la primera opción es la más probable si aumentara el tamaño de la pantalla en un iPhone 6, y sería, como he comentado, una repetición de la jugada en la transición del iPhone 4S al iPhone 5. ¿Pero es realmente probable que Apple utilice esa resolución?

Personalmente no creo que el iPhone 6 vaya a incluir ese tamaño. De hecho, hay cada vez más voces en el mundo de los smartphones de gama alta con Android que se quejan del excesivo tamaño de las pantallas. Muchos usuarios creen que lo recomendable sería entre 4.2 y 4.5 pulgadas, siendo esta última como un máximo si se acompaña con un marco mínimo en torno a la pantalla. Yo estoy de acuerdo con ello, pero creo que el iPhone 6 no va a optar por las 4.8 pulgadas ya que perdería a un sector importante de sus clientes (las mujeres).

Lo que sí podría ocurrir es que Apple presentara un nuevo tamaño de iPhone. Quizás un iPhone Max, o como quieran llamarlo. Pero Apple no puede, a estas alturas de la película, dar marcha atrás en los tamaños elegidos para sus teléfonos. ¿Es poco una pantalla de 4 pulgadas? Depende de para qué lo utilices, pero lo veo como suficiente para tener un teléfono manejable y que entre bien en los bolsillos o los bolsos (las mujeres tienen más tendencia que los hombres a comprar iPhones por su manejable tamaño). Aquellos que quieren utilizar su smartphone como tableta/dispositivo genérico en su día a día siempre tendrán Android para ello... o el "iPhone Max" con pantalla de 4,8 pulgadas.

Así que a la pregunta planteada en el título de este artículo: no lo creo. El tiempo dirá quién tiene razón, y si me equivoco tranquilos que tengo una buena lista de espera de gente que se va a reir de mi.

Vía: MacRumors.