El mundo de las monedas digitales no es del agrado de la mayoría de los gobiernos ya que su compra venta sin restricciones suele estar relacionada con el blanqueo de dinero procedente de actividades ilegales. Pero a diferencia de China, Singapur ha decidido dar un apoyo oficial a la Bitcoin estableciendo un marco de comercio de la moneda digital en su territorio.

Todo aquel que comercie con bitcoins (ya sea para adquirir otros bienes o a cambio de cualquier tipo de moneda de curso legal) estará sujeto a impuestos por las ganancias generadas por su venta o transmisión como ocurre con otros productos, de forma similar a lo que ocurre con otras monedas de curso legal y el IVA. En caso de que una compañía las adquiera como inversión a largo plazo, no tendrá que pagar impuestos por los beneficios que genere su posterior venta.

La República de Singapur no será un país demasiado grande o importante en la política mundial si lo comparamos con la mayoría de países europeos, pero sí que es uno de los principales centros de comercio de la región Asia-Pacífico. El pagar impuestos puede no agradar a nadie, pero es una forma de establecer un marco de normalidad y confianza en el intercambio de un producto novedoso.

Pero hay un problema con este apoyo a las bitcoins y es que es de suponer que atraerá una creciente cantidad de inversores a sus puertas, y no siempre con dinero ganado honradamente bajo el brazo. Singapur prácticamente les va a permitir blanquear el dinero previo pago de impuestos, salvo que establezca una serie de herramientas de control sobre su procedencia. Pero teniendo en cuenta que el intercambio de bitcoins es completamente anónimo, va a ser muy difícil de establecer.

Fuente: Coin Republic.