Poco a poco Windows Phone 8 está consiguiendo aumentar su cuota de mercado en todo el mundo, aunque hay regiones, como la de hispanoamérica, que está cosechando un especial éxito. En parte por la gran labor que está realizando Nokia en el sector de la gama media-baja, con buenos terminales a un precio bajo como el del Lumia 520, éxito de ventas para la compañía finesa.

Se puede decir que es un éxito de Nokia porque acapara cerca del 90 por ciento de las ventas de terminales con Windows Phone, y no parece que vaya a tener competencia en los próximos meses pese a que haya anunciados nuevos teléfonos WP8 de Samsung o HTC. Pero en hispanoamérica, países como México, Perú o Colombia (este último con un 25.6 por ciento de la cuota de mercado) ya está en la segunda posición Windows Phone 8, por detrás de Android (como no) y lejos del iPhone.

Esta subida también está experimentándose a costa de varios otros sistemas operativos, principalmente Symbian y BlackBerry OS. De hecho, BlackBerry ha sufrido una importante bajada en México, o más bien un batacazo en toda regla. De un 34 por ciento de ventas en el segundo trimestre de 2012, se desplomó al 11 por ciento en el segundo trimestre de este año.

¿Seguirá mejorando sus ventas Windows Phone 8 en el mundo? Pues todo dependerá de lo que Apple tenga que decir al respecto aunque, debido a su política de precios, no parece que sea un competidor en hispanoamérica. Quizás le debería de preocupar más a Microsoft su verdadero problema: los terminales de gama baja con Android. Ya no estamos en aquellos momento en los que Android y un terminal de menos de 150 dólares/euros diera una pobre experiencia de usuario (algo de lo que huir como la peste). Por esos 150 a 200 dólares ahora se pueden conseguir terminales baratos e interesantes, capaces de satisfacer las necesidades del usuario.