Muchas veces seguro que pensáis que un SSD es igual que un disco duro de toda la vida, pero tiene diferencias bastante importantes. La forma en que guardan la información puede suponer que, ante cortes de corriente, puedan producirse errores en la información guardada, o que incluso el disco quede inservible. Son cosas a tener en cuenta cuando nos planteemos comprar uno.

En los portátiles no hay que hacer nada ya que su batería lo protege de estos fallos eléctricos. Pero en los equipos de sobremesa es importante usar algún tipo de SAI para asegurarnos que no vamos a perder información si hay un corte de corriente. Al menos, estos temores son recogidos en un estudio de la Universidad de Ohio, tras analizar la resistencia a fallos de 15 discos SSD distintos y 2 discos duros (no facilitan los modelos, pero son de cinco compañías distintas).

Los investigadores estudiaron la consistencia de la información guardada después de un corte de corriente en los discos, buscando bits corruptos, escrituras defectuosas, corrupción en metadatos y terminales muertos. Tras una batería de pruebas en cada uno, ¿cuál fue el resultado? 13 de los SSD tuvieron un comportamiento pobre a los fallos: corrupción de bits en 3 de ellos, 3 sufrieron de escrituras erróneas, 8 contaron con errores de serialización, uno perdió un tercio de su información y un SSD quedó inservible. En el caso de los discos duros, uno de ellos, de gama baja, tuvo algunos errores de escritura, pero el otro, de gama alta, no sufrió ningún problema por los fallos de corriente. Los dos SSD que no tuvieron fallos fueron modelos de 2012 con un precio aproximado de 1.17$/GB.

Yo mismo he sufrido errores de este tipo en el primer SSD que compré el año pasado. Un fallo de corriente hizo que el sistema operativo (OS X) dejara de arrancar y ni siquiera lo reconocía el ordenador arrancando el Mac mini desde el disco duro que tenía Windows, pero al menos lo pude recuperar formateándolo desde Windows 7. Es bueno tener en cuenta esto al comprar uno, y no usarlos más que como arranque del ordenador, y guardar toda la información importante que tengamos en un disco duro. Eso sí, recordad que en los portátiles este problema no existe.

Todavía estamos a unos cuantos años para que los SSD sean igual de fiables que los discos duros tradicionales. Pero ciertamente por las ventajas en la velocidad de carga de los programas y el propio sistema operativo, teniendo cuidado, merece la pena correr estos riesgos.