Lenovo ha renovado el Legion 9i, su portátil más potente con procesadores de Intel. En esta ocasión llega con un Core Ultra 9 275HX, en un diseño de equipo similar a los anteriores de la serie. Mide 403 mm × 296.5 mm × 23.9 mm y pesa 3.5 kg, proporcionándose un pesado cargador de 400 W para alimentarlo. La tarjeta gráfica llega hasta una RTX 5090 LT.
La pantalla es de 45.7 cm (18 in) tipo IPS con una resolución de 3840 × 2160 píxeles, tiene un refresco de 240 Hz, y un tiempo de respuesta de 3 ms. Alcanza los 540 nits de brillo máximo, y reproduce imágenes en HDR (Vision) teniendo un certificado DisplayHDR 400. Opcionalmente se puede adquirir con una pantalla similar a la anterior 4K, pero con un modo de funcionamiento 2K —los 2K reales, no los 2K que realmente son 2.5K (2560 × 1440 px) o QHD— de tipo 3D. Sea como sea, tienen G-SYNC.
Hablan de refrigeración «silenciosa» en el modo rendimiento, pero ese «silencio» son 48 dB, que no es para nada silencioso. Deberían de elegir mejor las palabras en los comunicados. La refrigeración es con cámara de vapor y cuatro ventiladores.
Se pueden adquirir con 32 GB o 64 GB de DDR5-5200 en dos módulos SO-DIMM, o 192 GB de DDR5-4000 en cuatro módulos SO-DIMM que es el total de ranuras que incluye. También hay cuatro ranuras M.2, tres PCIe 4.0 y una PCIe 5.0, pudiéndose adquirir con hasta 2 TB de PCIe 4.0 o hasta 2 TB de PCIe 5.0. Esta parte de RAM y SSD está muy bien cubierta en este equipo de alto rendimiento.
La batería incluida es de 99.99 Wh. Hay un sistema de altavoces compuesto por seis, incluidos dos de graves y dos de agudos. La cámara es de 5 Mpx y ƒ/2.0, y otra de 5 Mpx y ƒ/1.6 en el modelo de pantalla 2K 3D. Hay un HDMI 2.1, tres USB 3.1, un USB 3.1 tipo C, dos Thunderbolt 5, y lector de tarjetas SD. Incluye Wi-Fi 7 y Bluetooth 5.4.
Su precio parte de los 4500 euros.