Análisis: ROG Strix Arion review en español

Las cajas de SSD externas son un elemento muy importante en cualquier PC porque es una forma barata de ponerle la SSD que realmente quieres y no la que te venda el fabricante. Sobre todo cuando miras a conexiones externas en condiciones, como la USB 3.1, y que internamente la SSD sea una PCIe. Y debido a que son bastante buscadas, también hay cabida para productos para jugones como la ROG Strix Arion de ASUS.

Desembalado

La caja ROG Strix Aryon para SSD llega en una caja negra y roja poniendo el foco en la iluminación ARGB que incluye y que la hace más vistosa que la mayoría. En la portada indica claramente que la conexión es USB 3.1 tipo C (USB 3.2 Gen 2) y por tanto permite una velocidad de transferencia de hasta 10 Gb/s, que en la práctica por la cabeceera de la comunicación USB será en torno a 1050 MB/s como máximo.

En la parte posterior se dan más detalles de la caja, como su tamaño de 124.57 mm × 47.76 mm × 10.85 mm, o su peso de 98 g. Acepta unidades M.2 de formatos 2230, 2242, 2260 y 2280, ya sean PCIe o SATA. Es una caja de SSD compatible con Windows y macOS, y previsiblemente Linux, que siempre se lo deja fuera.

Nada más abrir la caja se ve la unidad en una funda de plástico y en una bandeja. Al levantarla se ve un alfiler que se necesita para abrirla, como si fuera la bandeja SIM de un móvil, y que también servirá para quitar el tornillo de sujeción de la unidad M.2. Debajo hay otra bandeja con una correa corta y un mosquetón para poder colgarla. Y ya debajo hay dos cables en bolsas, que uno es USB tipo A a USB tipo C y el otro USB tipo C a USB tipo C, más el manual de instrucciones con información variada y una guía rápida de instalación.

La caja ROG Stryx Arion está hecha de aluminio y da una sensación de calidad, a lo cual acompaña bien ese peso de 98 g. Su diseño es llamativo, correcto sin más aunque dependerá de los gustos de cada uno, que además en uno de los extremos incluye el logo de ROG Strix con iluminación ARGB, que se extiende hacia el exterior. Al final es una iluminación suficientemente discreta, dentro de que es ARGB.

En uno de los extremos está la toma USB tipo C y un agujero que es para abrir la tapa de la caja usando el alfiler incluido. Al abrirla se puede ver la PCB, con una ranura M.2 y el tornillo de sujeción fijado en la posición 2280, pero se puede ver otros tres agujeros para el resto de tamaños de SSD mencionados. Se avisa de inicializar la M.2 en el PC antes de instalarla, por si acaso.

En la tapa se han puesto varias almohadillas térmicas, aunque la más larga es para refrigerar la PCB en sí. Teniendo en cuenta la velocidad máxima de trasnferencia, realmente no es una unidad que se vaya a calentar mucho en el uso, aunque si está continuamente activa, dependiendo de la M.2 que se ponga sí puede tener que disipar cinco o seis vatios. La estética y la funcionalidad interna son muy buenas, y bastante mejores que las de la mayoría de cajas para SSD.

Pruebas

Para probar el funcionamiento de la G70 Pro que analicé hace unos días en una caja externa USB 3.1 tipo C he usado también IOMeter. Podéis consultar en el enlace anterior cómo hago las mediciones con este programa. Teniendo en cuenta que el rendimiento secuencial está limitado a unos 1050 MB/s por la conexión USB 3.1 de 10 Gb/s y que la conversión PCIe-USB penaliza bastante más al rendimiento aleatorio, en la tabla de más abajo tenéis los resultados de velocidad.

Como se puede ver, según cómo mido la velocidad en IOMeter, el máximo de lectura/escritura secuencial se queda por debajo, pero cerca, del límite de la conexión. Es una gran velocidad. El rendimiento en lectura/escritura aleatoria tiene un impacto bastante mayor a pesar de que no satura la conexión USB 3.1. Aquí sí pierde la mitad del rendimiento de lectura y un tercio del rendimiento en escritura. La velocidad mixta también cae bastante, ya que a las unidades por USB no les agrada especialmente que se esté leyendo y escribiendo a la vez.

Durante un uso del día a día la unidad se ha mantenido a unos 35 ºC sin problemas, y solo cuando la he dejado diez minutos seguidos leyendo y escribiendo en ella ha llegado al final a los 47 ºC, donde se ha mantenido más o menos estable hacia el final de la prueba. Es una temperatura buena, y era previsible que iba a ser así al estar limitado notablemente el rendimiento tanto aleatorio como secuencial de la unidad.

Por último, os dejo una captura de la prueba CrystalDiskMark, por si os resulta de interés.

Conclusión

La caja ROG Strix Arion es de las mejores que he probado hasta el momento USB 3.1, por no decir que la mejor. El problema en la práctica es el precio, porque tiene un PVPR de 60 euros. Por ese precio se pueden encontrar algunos modelos con una conexión USB 3.2 de 20 Gb/s, por lo que en la práctica se duplica el rendimiento secuencial. Pero debido a la conexión USB, el rendimiento aleatorio va a ser prácticamente igual, por lo que tampoco merecen mucho la pena salvo que se copien únicamente grandes archivos a la unidad.

La construcción de la caja es muy sólida en aluminio, y personalmente su estética me agrada; acompaña muy bien la iluminación ARGB con un efecto arcoíris bonito. Las temperaturas de funcionamiento son más que buenas, aunque igual el sistema de refrigeración incluido resulte excesivo. Eso sí, más vale que sobre que no que falte, por lo que mi parte no tengo problema con ello.

La he probado en juegos y copiando archivos grandes, y no ha tenido ninguna desconexión ni ningún problema extraño. Llevo más de diez años usando SSD con este tipo de cajas, he probado muchas, y algunos modelos sí me han dado problemas o de velocidad tras unos minutos de uso intenso, o de desconexiones. En lo primero algunas veces es por sobrecalentamiento del chip puente de USB a PCIe, y lo segundo por un mal controlador USB. Pero en el plano técnico, es una caja excelente que servirá bien, aunque no tenga una conexión mayor. Tampoco la necesita realmente.

Puntuación