TEAMGROUP está abrazando la idea de que las unidades SSD que están por venir, las de interfaz PCIe 5.0, van a necesitar refrigeración extra y nada mejor que ofrecer una refrigeración líquida integrada que cubra tanto la CPU como la SSD. Próximamente la compañía lanzará una T-FORCE SIREN con este objetivo, aunque no ha dado muchos más detalles al respecto.

En su nota de prensa simplemente hace un repaso al estado de las SSD. Algunas tipo PCIe 4.0 de alto rendimiento pueden consumir hasta 12 W y alcanzar los 110 ºC, mientras que las PCIe 5.0 van a consumir 14 W o más. Como van a llegar primeramente las SSD de alto rendimiento, va a ser imprescindible ponerlas algún tipo de disipador generoso, o incluso con ventilador como los que ya están apareciendo. Cubrir esa SSD aprovechando la refrigeración líquida integrada de la CPU puede ser una solución interesante para mantener a raya las temperaturas de la SSD para que no haya limitación térmica.

Vía: TEAMGROUP.