Es habitual que los principales dispositivos sean desmontados para examinar con detalle su interior y en el caso de los últimos móviles de Google era obligado. La compañía ha usado su propio procesador en los Pixel 6 y Pixel 6 Pro y por tanto resulta interesante ver cómo está emplazado y refrigerado. Lo han mostrado en un vídeo en PBK, desvelando algunas curiosidades más.

Por ejemplo, que la parte trasera de la pantalla del dispositivo tiene una plancha de cobre para ayudar en la disipación del calor, evitando que se concentre en un punto que pueda ser molesto para el usuario. Dentro de la pantalla hay una película de grafito lo cual es una combinación y disposición un poco extraña. Las piezas de estos móviles están pegadas por lo que eso comprometerá la resistencia al agua si se abre el dispositivo.

El lector de huellas es casi una pegatina de en torno a 1 mm de grosor puesto detrás de la pantalla, y el puerto USB tipo C está soldado a la placa base del dispositivo, lo que hará imposible cambiarlo por uno mismo. El Pixel 6 Pro tiene el motor de vibración en la parte inferior mientras que el Pixel 6 lo tiene en la superior, por lo que será una sensación distinta entre ambos en el día a día. Solo cuentan con una antena de 5G para onda milimétrica.

En general no es un dispositivo difícil de reparar por uno mismo, pero está lejos de ser óptimo. Se puede cambiar la pantalla o el sensor de huellas, entre otras cosas, aunque pueda haber algún que otro problema en el proceso de validación.

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Vía: Ars Technica.