Microsoft cambió hace unos años el modelo de distribución de actualizaciones de Windows 10 para, literalmente, que los miembros de los servicios informáticos de las empresas supieran cuándo iban a tener personal para supervisar las actualizaciones de los equipos de sus empresas. Eso les llevó a una agresiva propuesta de distribuir dos actualizaciones mayores al año, en abril y octubre, con nuevas características para el sistema operativo.

Sin embargo, la última actualización de primavera ha sido mucho menos importante de lo inicialmente previsto debido a que se han quedado unas cuantas nuevas características por el camino. Necesitaban más tiempo para desarrollarlas bien y para probarlas adecuadamente, por lo que se quedó en una pequeña actualización.

Eso ha llevado a Microsoft a ser menos ambicioso en sus planes de actualización de Windows 10, y ahora ha indicado que realizará una actualización mayor al año —nuevas características y modificaciones importantes— y otra actualización menor —ajustes de aplicaciones, características y otros cambios menores—.

También ha habido cambios con la forma en la que Microsoft ha distribuido las actualizaciones a los betatestadores. Los usuarios del anillo rápido de actualizaciones han recibido últimamente una compilación de Windows 10 para la primavera de 2020, mientras que los usuarios del anillo lento que reciben compilaciones más estables —más libres de fallos— han recibido una nueva compilación de Windows 10 de otoño que no ha pasado por el anillo rápido.

Estos testeadores han recibido una serie de parches de Windows 10 que además se pueden instalar de manera independiente, ejemplificando el nuevo modelo de actualizaciones de Microsoft; en lugar de probar todo de golpe, proporcionarán al anillo lento pequeñas cosas para ir probando poco a poco. Por tanto, en otoño de este año no se van a tener nuevas características, e implica que Microsoft está ya preparando los grandes cambios prometidos últimamente para Windows 10. A ver si con nueve meses de probarlo consigue hacer una actualización que no salga mal.

Vía: Ars Technica.