Sony ha renovado su gama alta con el Xperia XZ1, y lo primero que se puede decir de este teléfono es que parece sacado de 2012. La compañía ha mantenido un diseño con los bordes en pico, que no es lo mejor para hacer confortable al teléfono en la mano, y tampoco ha añadido una pantalla que aproveche al máximo el frontal, como Galaxy S8 o el V30. Eso va a ser un aspecto negativo de entrada para llamar la atención del consumidor.

El procesador elegido es un Snapdragon 835 de cuatro núcleos Kryo a 2.35 GHz y cuatro Kryo a 1.9 GHz, con GPU Adreno 540, 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento interno, con lector de tarjetas micro-SD de hasta 256 GB. La pantalla es de 5.2 pulgadas con resolución de 1920 x 1080 píxeles, y es compatible con HDR. Esa pantalla va metida en un tamaño de 148 × 73 × 7.4 mm, con un peso de 156 g.

El teléfono es a prueba de agua con certificado IP68 con su cuerpo hecho íntegramente de aluminio, y dispone de carga rápida QC3.0 de Qualcomm, usando un conector USB 3.1 tipo C para recargar la batería de 2700 mAh, que parece un poco baja para lo que es habitual ahora mismo en la gama alta. Sony pone el centro de atención en la cámara trasera de 19 Mpx con apertura f/2.0, capaz de grabar a cámara lenta a 960 FPS, además de grabar a 4K y 30 FPS. La cámara frontal es de 13 Mpx con apertura f/2.2.

En cuanto a la conectividad, dispone de NFC, Bluetooth 5.0, wifi 802.11 ac, y LTE Cat. 13 para descargar hasta a 1 Gb/s. Llega con Android 8.0 Oreo preinstalado. El teléfono se pondrá a la venta el 19 de septiembre por 699 dólares.

Vía: The Verge.