Aunque todavía tienen que evolucionar mucho los sistemas de conducción automática, el equipamiento que llevan es muy avanzado y pueden utilizarse para prever accidentes antes de que se produzcan. Es lo que ha ocurrido en un coche Tesla que utilizaba la versión de piloto automático 8.0, en el que un coche embiste por detrás a otro.

El accidente se produce sin que el conductor del Tesla lo pueda ver. El coche situado por delante no se da cuenta de que el que lleva delante frena bruscamente, pero el radar del Tesla lo detecta, así como la velocidad y trayectoria de colisión del coche que lleva por detrás, y empieza a indicarlo y a frenar antes de que el choque se produzca.

Vía: EnGadget.