A finales de marzo, Microsoft anunció que Windows 10 ya disponía de 270 millones de usuarios. Un ritmo de adopción lento para alcanzar los 1.000 millones de equipos con Windows 10 en dos a tres años desde su puesta a la venta el 29 de julio del año pasado. La nueva cifra dada por Microsoft sitúan al sistema operativo en 300 millones de dispositivos.

Mientras tanto, en un último intento de rebañar cuota de usuarios, Microsoft ha advertido que el plazo para conseguir la actualización gratuita desde Windows 7 y 8 a Windows 10 terminará el 29 de julio. Tras esto, si se quiere utilizar Windows 10 habrá que comprar una copia de Windows 10 Home o Windows 10 Pro, que cuestan 135 euros y 279 euros, respectivamente.

El aspecto más importante de la actualización a Windows 10 la tiene de cara a los juegos, ya que hay juegos exclusivos de DirectX 12, y seguirán saliendo a la venta. Sobre todo los de Microsoft Studios. Por tanto, para jugarlos se precisará de tener Windows 10, ya que la compañía no tiene intención de portar la librería gráfica a las versiones anteriores de Windows.