A partir de 2016, los desarrolladores que quieran publicar en la Play Store de Google tendrán que ser más transparentes. Por un lado, tendrán que indicar si sus aplicaciones contienen anuncios y, por otro, habrán de dejar claro si la aplicación posee compras dentro de ella. En caso de que falten a la verdad, Google podría suspenderlas.

Desde Mountain View se ha enviado una circular a los desarrolladores en las que se les indica que deben acceder a sus consolas y declarar esta información sobre sus aplicaciones. De esta forma, se les aplicarán las etiquetas pertinentes, algo que ya comenzó a hacerse el pasado abril, cuando las aplicaciones dirigidas a niños comenzaron a indicar si tenían o no publicidad

Las nuevas etiquetas comenzarán a verse a principios del próximo año, por lo que los desarrollares tienen como fecha límite el 11 de enero de 2016.

Vía: Engadget.