La adaptación de la tecnología de los drones a necesidades concretas ha llevado a la compañía CyPhy Works a presentar un dron de vigilancia que no necesita aterrizar nunca. Se llama PARC, y el truco en realidad está en que está unido a tierra a través de un microfilamento con el que se puede comunicar y recibir alimentación para mantenerse en aire.

La idea detrás de este dron, utilizado actualmente por el ejército de los EE. UU., es poder vigilar continuamente una ubicación, con una movilidad reducida, pero que puede ajustarse a diversas alturas (hasta los 150 metros) para mantener vigilado un amplio perímetro. El microfilamento permite comunicación Ethernet a 10 Mbps (1,2 MB/s), por lo que tiene la ventaja de seguridad adicional de que la comunicación no se puede ser hackeada remotamente.

PARC incluye una cámara de alta resolución con estabilizador de imagen capaz de trabajar en infrarrojos, e incluye una batería para casos de emergencia en el que su microfilamento sea cortado y de esta forma pueda aterrizar a salvo. El microfilamento tiene un grosor inferior al de un cable de audio, pero es altamente resistente y se puede utilizar para tirar del dron sin riesgo a que se rompa el cable.

Vía: Science Alert, Technology Review.