Las Leyes de la Guerra son las disposiciones que regulas las justificaciones aceptables para participar en una guerra y los limites a la conducta durante la misma. Como hoy día las guerras se libran en otros campos de batalla como, por ejemplo, Internet, parece lógico que las ciberguerras también estén reguladas con lo que se considera aceptable y lo que no.

Estados Unidos y China, las dos principales potencias contemporáneas, están negociando un acuerdo para establecer unas normas sobre cómo librar sus ciberconflictos. Los detalles no han trascendido, más allá de que acatan un código de conducta aprobado por la ONU, el cual prohibe atacar infraestructuras esenciales, como el suministro eléctrico y las redes de telefonía móvil. Aunque se evite perjudicar a la población civil, esto no va a frenar los ataques encaminados a espiar a la otra potencia, recogiendo información sensible, como secretos gubernamentales o industriales.

La intención de ambas naciones es tratar de llegar a un acuerdo para el 24 de septiembre, día en el que el presidente chino Xi Jinping visitará Estados Unidos. Si se logra o no ya es otra historia, pero un acuerdo firme, suponinendo que ambas partes lo cumplan, prohibirá las tácticas más infames, con lo cual ambas partes salen ganando.