Lego es uno de los mayores fabricantes de juguetes a nivel mundial que existen. Su popularidad es cada día mayor, lo que implica que la demanda de sus productos crece. Según cifras de la compañía fabrican más de 60.000 millones de ladrillos al año, lo que supone el 75% de su huella de carbono. Lo que da lugar a que nos preguntemos, ¿es esto sostenible?

La propia compañía considera que no es algo que pueda ser sostenible, razón por la cual van a gastar 150 millones de dólares en el la construcción de un nuevo centro de investigación de materiales. El objetivo de esta división será el desarrollo de materiales plásticos que no se basen en el petróleo. De esta forma pretenden dejar de utilizar los materiales actuales para 2030.

Desde la compañía se comprometen a mantener el tacto y la calidad de sus productos, indicando que lo que pretenden es que los nuevos materiales sean de naturaleza orgánica o sean reciclados. Una iniciativa que esperan que otras compañías adopten a una escala mayor.

Vía: SlashGear.