No hay equipo 100% seguro, y en la era del control inalámbrico de todo tipo de dispositivos, no hay que perderlo de vista. Ahora que los coches comienzan a recibir equipamiento para estar continuamente conectados a internet, es relativamente fácil descubrir fallos de seguridad en el software. BMW tiene que actualizar el firmware de 2,2 millones de coches de sus distintas marcas por este motivo.

Un fallo de seguridad en el software de estos BMW descubierto por la asociación de conductores alemana ADAC permitía engañar al coche para que se conectara a un servidor de BMW falso y, una vez conectado el coche, permitía el acceso a diversas funcionalidades a un potencial atacante. Eso incluía el desbloqueo remoto de las puertas, lo que facilitaría el robo del coche. BMW asegura que no tiene indicios de que se esté explotando este fallo, pero eso no significa que no se haya hecho. El problema en realidad es que no se establecía una conexión segura con el servidor.

Afortunadamente estos modelos no tienen ningún sistema crítico conectado al sistema informático del coche, por lo que BMW ha querido restar importancia al fallo de seguridad. Teniendo en cuenta las iniciativas de conducción automática que se han estado presentando en los últimos meses, incluido en el CES de principios de enero, esto evidencia los problemas que puede representar este tipo de fallos en el software. Si pudieran controlar el motor del coche, frenarlo en seco mientras vamos a alta velocidad por una autopista podría ser letal.

Hay que ser conscientes de que cualquier sistema informático es hackeable, y sólo es cuestión de tiempo que se descubran vulnerabilidades. Y si no que se lo digan al fabricante del Blackphone, el supuesto teléfono Android más seguro que existe.

Vía: GigaOM, PC World.