El año pasado todos queríamos que ‘Agentes de S.H.I.E.L.D.’ fuese esa serie que había que ver obligatoriamente, teniendo en cuenta que rivalizaba con una serie que estaba siendo sensacional, ‘Arrow’. Sin embargo, fue un tanto decepcionante.

A pesar de haber episodios muy interesantes, la serie no tenía rumbo, con episodios que no estaban relacionados y que no aportaban nada. Hasta el estreno de ‘Capitán América: el Soldado de Invierno’, momento en el cuál la serie despegó, y todos esos episodios en apariencia aislados comenzaban a encajar y a tener su razón de ser. Los últimos episodios de la temporada fueron memorables.

Ayer se estrenó la segunda temporada, y la curiosidad residía en ver si continuaría con el nivel establecido en los últimos episodios de la temporada anterior. El de ayer llevaba por título ‘Shadows’, indicativo del tono que nos espera en los guiones. Todo es más oscuro, más triste. El enemigo está por todas partes, los recursos son escasos, y el peligro es más real que nunca. El comienzo es espectacular, con un flashback memorable a los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, el supuesto fin de Hydra y el arranque de la SSR, la precursora de SHIELD. Una buena manera de recordar al espectador que esta serie están entroncada en el Universo Marvel Cinematográfico.

Durante el episodio, vemos a muchas caras nuevas, incluyendo Isabelle Hartley, interpretada por esa musa del fandom que es Lucy Lawless, y Lance Hunter, interpretado por Nick Blood, actor venido de las islas británicas y aún no muy conocido. También recuperamos a Adrian Pasdar, otro actor de culto, que ha hecho suyo el personaje del Brigadier General Glenn Talbot (sí, le han ascendido), y que es una amenaza muy creíble.

En general, todos los actores que ya estaban en la serie y los nuevos hacen una labor encomiable. Clark Gregg no sale mucho, pero hace una labor estupenda en dar a Coulson el aire de un hombre que va a la desesperada, intentando hacer lo imposible por mantener lo que puede ser la última línea de defensa contra Hydra, más viva que nunca. Deja patente que su personaje empieza a estar agotado, con la consiguiente preocupación por su bienestar de la Agente Melinda May.

Mención especial para un personaje que resulta menos cargante que en la pasada temporada es el de Skye. Si siguen así, a lo mejor llega a algo, teniendo en cuenta que ya han indicado que es bastante importante para la serie.

En cuanto a la gran amenaza del episodio, Carl “Crusher” Creel, más conocido como El Hombre Absorbente, está bastante bien hecho. Alguien que hace lo que hace sin que medie la ideología, por que puede y le gusta. Y, sin Vengadores de por medio, resulta un obstáculo ante el que un grupo de agentes, por muy buenos que sean, poco pueden hacer. Oh, y sí, claro, hay un guiño de los guionistas hacia los espectadores que leen cómics con este personaje.

En general, el episodio merece la pena. El ritmo es bueno, y el ambiente oscuro y pesimista le sienta bien. Si siguen así, y siguen relacionando la serie con los cómics y las películas, la temporada puede merecer la pena. El problema es que tienen que superar la segunda temporada de ‘Arrow’ y este año tienen la competencia de otras tres series basadas en la propiedad intelectual de DC Comics, y una de ellas, ‘Gotham’, ha empezado muy, muy fuerte. Y la competencia siempre es buena, y más con el dinero que empiezan a mover estas series de televisión.