AMD ha conseguido igual la potencia mononúcleo de sus procesadores Ryzen iguale a la de los procesadores Coffee Lake gracias a cambios en la microarquitectura que quedan reflejados en la Zen 2. Por eso todas las miradas están puestas en Intel para saber cómo responde, pero por ahora solo se espera que siga aumentando su producción de procesadores para que bajen de precio o, de otra forma, pocos motivos va a haber para comprar los Core.

Sea como sea, la baza de Intel es poner en el mercado los primeros procesadores con chips fabricados a 10 nm, de los que se ha prometido que tendrán un índice de ejecución de instrucciones por ciclo (IPC) muy superior. Según unas pruebas aparecidas en un foro chino sacadas de CPU-Z, de hecho un núcleo Sunny Cove, los incluidos en los próximos Ice Lake de portátiles a 10 nm, tendrán a 3.6 GHz la misma potencia mononúcleo que un núcleo Kaby Lake a 5.2 GHz o un Zen 2 a 4.7 GHz.

La ventaja de esta mejora de las IPC es que los procesadores funcionarán a menor frecuencia máxima, por tanto a menor voltaje y eso lleva a un menor consumo. La promesa de Intel para los procesadores Ice Lake es de que los portátiles tendrán bastante más autonomía, atendiendo a que en la competencia tiene los que lleguen con un Snapdragon 8cx con una potencia en la línea del Core i5-8250U pero con una autonomía muy superior. Por tanto, la mejora indicada en la siguiente imagen es perfectamente factible, y en principio no veo nada descabellado o que no esté en la línea de lo indicado por Intel.

La siguiente diapositiva es de la presentación de los Ice Lake en la Computex, en donde Intel ya avisó que las instrucciones por ciclo aumentarían sustancialmente. La media sería de un 18 % más de potencia, mientras que alcanzaría un máximo del 40 % más de rendimiento por ciclo de reloj en cinco pruebas específicas —SPEC 2016, SPEC 2017, SYSmark 2014 SE, WebXPRT, Cinebench R15—. Intel habló de hasta un 50 % más de instrucciones procesadas por ciclo de manera general en otros escenarios.

La comparativa con Skylake resulta cuanto menos curiosa, porque entre medias ha habido la generación Kaby Lake y luego la Coffee Lake en varias iteraciones, si bien todas han sido optimizaciones que aportaban poca mejora de las IPC y la mejora real procede del aumento de las frecuencias de funcionamiento e incluso de soldar el dispersor térmico integrado a la pastilla.

Por tanto, como dice Intel, no en todos los escenarios se va a obtener una mejora del rendimiento tan sustancial, pero en general en casi cualquier situación sí que debería de haber un mínimo de mejora. Aun así, por ahora parece que los 10 nm no van a llegar a los procesadores de sobremesa hasta el próximo año, y mientras tanto se centrará en donde Intel quiere mantener el control: los procesadores de portátiles.

Vía: TechPowerUp.