Los fabricantes de chips de memoria, DRAM y NAND, están recortando gastos y reduciendo producción para evitar una catástrofe en el sector. Han pasado en un año de tener ingresos récord a tener unas abultadas pérdidas a las que tienen que hacer frente. Pero como ocurre con la DRAM, la NAND 3D seguirá cayendo en el segundo trimestre de 2023 así como los productos que usen este tipo de chips como el almacenamiento UFS para móviles o las SSD.

TrendForce ha estimado que los precios de estos sectores para el primer trimestre del año, a solo un par de días de su cierre, habrán caído entre un 10 % y un 15 %, con caídas algo más abultadas en las SSD para empresas y consumidores, hasta un 18 %. Se puede comprobar que así ha sido porque las SSD de tipo PCIe 3.0 más baratas cuestan ahora mismo sobre los 5.6 a 6 céntimos por giga, mientras que las de tipo PCIe 4.0 están sobre los 8 cts./GB.

La perspectiva es que los precios bajen aún más en el tercer trimestre, entre un 5 % y un 10 %, con las SSD para empresas cayendo un poco más de precio, hasta el 13 %. El desplome de la demanda en el sector profesional ha sido en general bastante mayor en este primer trimestre del año que durante 2022. Normalmente ocurre por el cambio de año y la subsiguiente revisión de los presupuestos en las empresas.

Aun así, el precio de las obleas de NAND 3D contratadas para la creación de esos productos se estabilizará durante el segundo trimestre del año, tras una ligera caída de un 3-8 % en el primer trimestre. Eso significa que a partir del tercer trimestre, o más probablemente en el cuarto trimestre, los precios de las SSD vuelvan a subir. Esto quiere decir que la oferta y la demanda se ha equilibrado, pero las compañías han realizado grandes recortes de producción que tendrán un efecto incierto en el mercado en la segunda mitad del año. Ahora mismo los fabricantes de NAND 3D están vendiendo los chips a pérdidas ante la falta de demanda, pero lo tendrán que compensar tarde o temprano.

Vía: TechPowerUp.