En ciertos ámbitos del mundo de los equipos tecnológicos se ha ido gravitando hacia lo «denifido por software». Eso no es más que separar en un equipo el control de la información de cómo se envía físicamente. Es muy usado en redes definidas por software, por ejemplo, en el que en un mismo equipo se crean varias redes independientes pero al final el movimiento de los datos a nivel físico es común. Intel valora llevar ese concepto a sus procesadores con una nueva patente en el que los núcleos de un procesador estarían definidos por software.

Así que lo que plantea Intel es tener una serie de núcleos en sus procesadores con la capacidad de que, por software, se puedan juntar dos o más para que funcionen como un único núcleo. La ventaja es que para tareas que dependen de la potencia mononúcleo se podría ganar mucho rendimiento, mientras que las tareas más dependientes del paralelismo, y por tanto que no necesitan la mayor potencia mononúcleo, se beneficiarían de un mayor rendimiento global.

Estos «supernúcleos definidos por software» (SDS) tendrían una potencia mononúcleo menor, con una capacidad de ejecución de instrucciones algo menor, pero se podrían combinar para tener una capacidad que en la práctica sería bastante mayor si se pudiera repartir bien entre varios núcleos la ejecución de un mismo hilo. Que es donde está el problema. La ventaja es que cuantas más instrucciones pueda ejecutar simultáneamente un núcleos, más ineficiente es por un tema de la arquitectura x86, pero que al combinar dos núcleos de manera independiente sería más eficiente. La comunicación entre núcleos se haría mediante una nueva unidad específica en cada uno de ellos, que sería la gracia de todo este asunto, en función de lo indicado mediante software.

Vía: TechPowerUp.